Se pronostica un 2008 favorable para la industria del biodiesel en la Argentina

| miércoles, 16 de enero de 2008
El 2007 vio el despegue comercial de la industria del biodiesel en la Argentina, dado esto los pronósticos para este año son muy favorables y esperan que la elaboración del biocombustible alcance el millón de toneladas. Por otro lado el aumento progresivo de las importaciones de gasoil, supone la posibilidad de una mayor competitividad para los agrocombustibles, aunque todavía falta formar la oferta para el consumo interno.

Tras un 2007 de despegue comercial para la industria de los biocombustibles argentinos, los pronósticos para este año se animan a prever una producción de alrededor de 1 millón de toneladas de biodiesel, sin embargo el desafió reside en la necesidad de formar la oferta para cubrir el mercado interno de cara a 2010, cuando en nuestro país se obligue a mezclar al combustible regular con una proporción de combustible vegetal.

Así lo señaló Claudio Molina, presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, quien agregó que para que esto último se concrete en el plano local, deberá reformularse la ley reglamentada este año, según dijo al portal Cadena 3.

Si bien el mercado mundial de biocombustibles está funcionando como se esperaba, la Argentina se sumó a esta ola con proyectos de mayor envergadura recién este año, cuando se inauguraron plantas como Renova, en San Lorenzo, un joint venture entre Glencore y Vicentín (esta última empresa también tiene una fábrica en Reconquista); y Ecofuel, en Puerto San Martín, que nació de la unión entre Bunge y Aceitera General Deheza. La primera tiene una capacidad de 200 mil toneladas y la segunda de 240 mil.

Pero la línea de producción no se acaba allí, ya que hay otros emprendimientos que ya arrancaron sus motores y que esperan estar en funcionamiento en el 2008, como Unitec Bio, en Puerto San Martín, Dreyfus, en General Lagos con una fábrica de 300 mil toneladas, una de las más grandes) y Molinos Río de la Plata, en Rosario, en la ex aceitera Santa Clara.

Con todas estas iniciativas puestas en marcha, se estima que en 2008, la producción argentina llegará al millón de toneladas, con ingresos por US$900 millones de ingresos a los principales jugadores que están en este negocio, que en principio es para la exportación.

Para Molina, el escenario del 2008 a nivel internacional va a depender de cómo se resuelva el tema de los subsidios que otorga USA a los biocombustibles. Por otra parte, en el año que se avecina se vence el sistema de preferencias que otorga la Unión Europea, por el cual países como la Argentina no pagan aranceles del 6,5%. "Esto dependerá en gran medida de las negociaciones que haga la Cancillería", indicó. Agregó que otra cuestión que queda por definirse en el 2008 es la certificación de sustentabilidad del proceso de producción de biocombustibles que establece la Unión Europea.

En tanto, en el plano local, el mayor desafío es que se empiece a formar la oferta para satisfacer el mercado interno, en función del corte obligatorio que establece la ley promulgada el año pasado y que implicaría para ello la producción de 700 mil toneladas de biodiesel y 210 mil de etanol.

"Creo que en materia de etanol, la industria azucarera se va a involucrar pero en el tema del biodiesel para el mercado interno no hay señales de inversión", indicó Molina.


Mayores importaciones de gasoil

Se estima que para fines del año próximo la capacidad instalada de producción de biodiesel rondará entre 1,7 y 1,9 millón de metros cúbicos, el mismo volumen autorizado para importar de gasoil, según informa Infocampo.

Por otra parte, con un consumo interno estimado en 14 millones de metros cúbicos de gasoil, el corte obligatorio del 5% estipulado para 2010 representaría unos 700.000 m3.

Sin embargo, es poco o nulo el desarrollo de la industria del biodiésel para abastecer el mercado interno. De hecho, los aspectos esenciales de la reglamentación de la ley (precio, sistema de abastecimiento) siguen sin definirse.

Por otra parte, el Gobierno puede adelantar la entrada en vigencia del corte obligatorio.

De tal manera, que tiene en sus manos las herramientas para convertir el problema del déficit de gasoil en una oportunidad de desarrollo agroindustrial.

Incluso, y esto ya lo plantearon en 2006 los senadores puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso vía un proyecto de ley, se puede transferir el costo fiscal de liberar la importación de gasoil a los proveedores de biodiésel para el corte obligatorio, en forma de subsidio.

Esto no significa obligar a volcar al mercado interno el biodiésel de las grandes fábricas del polo aceitero de Rosario, pudiendo estos exportarlo a mejor precio, sino aprovechar para estimular definitivamente un segmento agroindustrial que pueda operar en este mercado.

No sólo se mejoraría el superávit comercial (hay US$ 1.000 millones perdidos en la importación de gasoil), sino que se podría generar oportunidades de desarrollo.
urgente24.info

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