Se celebra en Miami el tercer encuentro anual Biofuelsmarkets Americas, dirigido a analizar y expandir las oportunidades de los biocombustibles
Importantes personalidades de la industria de los biocombustibles se encuentran reunidas durante dos días en el hotel Hilton Miami Airport, en el sur de la Florida. Su objetivo fundamental es llegar a conclusiones que permitan desarrollar con éxito la utilización y producción de los biocombustibles en la región como una alternativa a los derivados del petróleo. Fuera del hotel, en las calles, la temperatura alcanza los 93˚F (34˚C), lo que significa que todos los aires acondicionados de la ciudad están trabajando sin descanso. En las gasolineras, el precio del galón roza los cuatro dólares, impensable hasta ayer.
Las condiciones actuales parecen actuar a favor del etanol, cuya utilización como combustible renovable se ha convertido en la esperanza para la economía de varios países que no pueden costear el alza del precio del petróleo en el mercado internacional. La inspiración para dichos países es Brasil, pionero en la utilización de este tipo de recursos y con el cual el propio Estados Unidos ha firmado un acuerdo de colaboración.
Sin embargo, antes de soñar con emular a Brasil, hay múltiples preguntas por hacer y retos por resolver. ¿Es realista la visión de los biocombustibles para todos los mercados? ¿Cuáles son los pasos a seguir para hacer de ello un tema sustentable? ¿Qué regulaciones legales deben implantarse? Éstas y otras cuestiones se debaten hoy en Biofuelmarkets Americas; al mismo tiempo, se busca lograr alianzas y promover acciones que incentiven la colaboración en toda la región.
Razones del tipo "independencia energética" y "seguridad nacional" suenan muy fuertes para Estados Unidos; para países más pobres, hay primero cuestiones más básicas, como definir si la utilización del suelo será la correcta o si serán capaces de lograr una eficiencia tal que les permita producir tan sólo en una parte del año los recursos que les den independencia a tiempo completo. Nótese que los países más desarrollados en el uso y producción de biocombustibles, como Brasil, han desarrollado una infraestructura donde la agricultura, el transporte y el gobierno trabajan en total cooperación.
En Biofuelsmarkets Americas, Faith Corneille, representante de la Oficina de Energía y Agricultura del gobierno de Estados Unidos, dejó clara la posición de Washington: "Aunque hay mucha sensibilidad por el tema del etanol, el gobierno mantiene una postura tecnológicamente neutral". Esto significa que la diversificación de suministros será bienvenida mientras opere a favor de la independencia energética y la economía; y dentro de esa diversificación entran todas las energías renovables, o la nuclear que entra en el debate con fuerza. Sin embargo, la percepción del etanol es optimista y las nuevas regulaciones relativas al tema ecológico operan a su conveniencia.
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