El presidente Fidel Castro aprovechó la reciente visita de su colega brasileño Luiz Inacio Lula da Silva para hablar sobre los perjuicios causados por los biocombustibles, tema en el que tienen discrepancias.

"Ellos (las naciones ricas) están produciendo etanol a partir del maíz, lo cual provoca que retiren del mercado una gran cantidad del grano calórico, continué argumentándole", manifestó Castro en su relato del encuentro publicado el viernes por la prensa cubana.

Castro dedicó sus habituales columnas de opinión del jueves y viernes a la gira realizada la semana pasada a la isla por el sudamericano y en ellas reveló algunos detalles de la charla de dos horas y media que sostuvieron.

El líder, de 81 años y quien delegó el poder en hermano Raúl Castro hace 18 meses debido a una enfermedad intestinal, es un férreo opositor a los biocombustibles porque considera que tienen un impacto fulminante en el medio ambiente planetario y en la economía de los países pobres.

Castro culpa a las potencias de dejar sin alimentos a las naciones subdesarrolladas para satisfacer un patrón de consumo "despilfarrador egoísta". En cambio aboga por el desarrollo de energía alternativa.

Brasil se ha convertido en uno de los principales productores de biocombustibles.

Castro y Lula, dos iconos de la izquierda latinoamericana, se conocieron hace varias décadas en la Nicaragua sandinista.

"Lula me cuenta con relación al tema, que los productores brasileños están vendiendo ya la zafra de maíz del 2009", relató Castro del encuentro.

El mandatario brasileño firmó millonarios acuerdos de cooperación con la isla, sobre todo en materia de exploración de petróleo, para fortalecer un intercambio que actualmente alcanza los 400 millones de dólares.

"Pienso que en Estados Unidos no se sustenta la producción de combustible a partir del maíz" por lo que debe echar mano a las tierras de otros países con este fin, opinó Castro.

Brasil --cuya demanda interna de maíz para comer es menor que la de México o Centroamérica-- es uno de los principales suministradores del producto a la nación norteamericana.

"Eso confirma, le afirmé, una realidad con relación a la subida impetuosa e incontrolable de los precios de los alimentos, que afectará a muchos pueblos", lamentó Castro.

Para el gobernante, los países pobres, sin recursos naturales como petróleo para su desarrollo y algunos con escasa extensión de tierra o de mala calidad, se ven obligados a erogar grandes sumas de dinero para alimentar a su población que corre severos riesgos de inanición.

El mandatario cubano hizo hincapié en la necesidad de la unidad entre las naciones del continente o sus fuerzas políticas para evitar el avance de las apetencias económicas de Estados Unidos.

fuente: elpasotimes.com