Europa quiere que para esa fecha el 20% de la energía proceda de viento, agua y sol, lo que nos costará 3 euros por europeo a la semana. España deberá elevar su uso al 42% en electricidad, al 6 en usos térmicos y del 0,6 al 10 en biocarburantes.
La Comisión Europea aprobó ayer un paquete de medidas para hacer frente al cambio climático entre las que incluye reducir en un 20 por ciento las emisiones de gas invernadero para 2020 y llegar hasta el 30 por ciento mediante un acuerdo internacional. Esto supondría para España reducir en un 10 por ciento nuestras emisiones de dióxido de carbono (CO2).
En cuanto al consumo energético, la CE espera que en este plazo de 12 años se eleve en un 20 por ciento el uso de energías renovables, -las procedentes de viento, sol y agua-, según señaló el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, lo que equivaldría a que este tipo de energía que en estos momentos factura 20.000 millones de euros y que da trabajo a más de 300.000 personas, para 2020 alcance “un millón de trabajadores”.
Además, pretenden que los biocombustibles muevan el diez por ciento del transporte. De hecho, el presidente de la CE dijo además que el objetivo final es fijar un precio mundial del carbono y que parte de las ayudas estatales, el 10 por ciento en concreto, vayan para biocarburantes.
Para lograr sus objetivos el Ejecutivo comunitario, impondrá a cada Estado miembro una serie de metas, que para España, suponen aumentar más del doble el porcentaje del consumo energético final procedente de fuentes renovables, alcanzando el 20 por ciento en 2020. En total, nuestro país debe pasar de su uso actual del 20 por ciento hasta el 42 por ciento en el sector eléctrico, del 3 por ciento al 6 por ciento en los usos térmicos y del 0,6 por ciento al 10 por ciento en biocarburantes.
Durao Barroso que hizo estas declaraciones, con motivo de la presentación de este paquete de medidas, señaló que el coste de estas medidas será de tres euros por ciudadano europeo a la semana, lo que supone, dijo, “un coste asumible”, puesto que si la UE no emprendiera estas acciones para reducir las emisiones de CO2, el coste para los europeos “sería de 60 euros por persona a la semana”, más de 20 veces superior, aclaró.
Por otro lado, Bruselas revisará la directiva sobre comercio de derechos de emisiones para incluir a sectores como el transporte, la construcción o la agricultura, que emiten el 60 por ciento del CO2; espera llevar a cabo un intercambio de cuotas de emisión de la UE para las empresas; y apuesta por un nuevo marco de ayudas para los estados miembro en favor de la defensa del medio ambiente.
fuente: Agroprofesional
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