Un 70 por ciento del consumo energético de Madrid se surte de derivados del petróleo y gas natural; un 1,3 por ciento, del carbón; sólo un 0,01 por ciento, de la energía solar. Para reducir la emisión de gases de efecto invernadero -un 14 por ciento con respecto a los valores de 2004 en los próximos cinco años-, el Ayuntamiento ha aprobado un Plan para el uso sostenible de la energía y la prevención del cambio climático, con medidas como la invitación a taxistas y otras flotas a utilizar biocombustibles.
El plan depende del área de Medio Ambiente, que dirige Ana Botella. Precisamente fue esta concejal la que recordó que «Madrid está más cerca que el resto de España del objetivo de Kioto», y aportó datos como que en Madrid se emiten cinco toneladas de dióxido de carbono por habitante y año, menos de la mitad que en el resto del país y la Unión Europea.
El plan anunciado ayer por Botella y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón funcionará entre 2008 y 2012, y cuenta con un presupuesto de 101 millones de euros, aplicables a 55 medidas concretas. Su objetivo va más allá del compromiso de Kioto: si éste era no incrementar más del 15 por ciento las emisiones respecto a las de 1990 -el año en que se firmó-, Madrid se compromete a reducir la cifra de arranque, la de 1990, en un 1 por ciento.
Entre las medidas concretas que se van a poner en práctica, las hay dirigidas directamente al comercio y las empresas, y otras son específicas para el transporte. Una de las más llamativas es la «invitación» a taxis a que utilicen biocombustibles, algo que se está negociando en el Ayuntamiento, aseguró el alcalde.
Nueva ordenanza energética
«Otras flotas tendrán que ser también cooperadores necesarios», añadió. En la actualidad, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) cuenta con 518 autobuses movidos por biodiesel, 281 con gas natural comprimido, 20 son híbridos -de biodiesel y electrónicos-, y 5 de etanol-.
Otras medidas que se van a poner en marcha son la creación de una Agencia Local de Energía, que se encargue de elaborar una ordenanza para el uso sostenible de la energía; la promoción del uso de biodiesel y bioetanol, junto con la puesta en marcha de estaciones de distribución de estos combustibles alternativos y el estudio de bonificaciones fiscales para quienes los utilicen.
Más propuestas recogidas en el plan son acordar con empresas de alquiler de vehículos que su flota utilice combustibles «limpios», o la creación de un servicio de «carsharing», que consiste en alquileres de coches por periodos muy cortos de tiempo -una hora-, de manera que un usuario lo recoja en un aparcamiento, se desplace y lo deje en otro punto de la ciudad, donde pueda recogerlo y utilizarlo un segundo usuario, al que siga un tercero, etc, todo en el mismo día.
El plan estudia limitar el número de plazas de aparcamiento en los nuevos edificios de oficinas o espectáculos, y entra en la arquitectura sostenible, incorporando un informe ambiental complementario a la Inspección Técnica de Edificios, o fomentando sistemas colectivos de calefacción, agua caliente y climatización.
También sugiere la posibilidad de subvencionar o bonificar fiscalmente a las edificaciones con alta calificación energética, y poner en marcha una vieja idea, la de los «tejados verdes»: la creación de jardines en las azoteas de las viviendas, previamente tratadas con sistemas de impermeabilización y resistencia a las raíces.
fuente: abc.es
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