Inspirados por los modelos híbridos que combinan nafta y electricidad, la firma de automoviles presentó una Ferrari que puede funcionar con E85, un biocombustible que mezccla un 15% de combustible regular con un 85% de etanol. De esta forma Ferrari quiere demostrar su interés por el medio ambiente y la modernización de sus motores.
Los automóviles deportivos Ferrari han sido vinculados a los caballos de carreras, los leopardos y otras criaturas veloces. Lo que a la empresa automovilística le preocupa es el día en que al Ferrari se lo vea como a un dinosaurio.
Esa es la razón por la que las exhibiciones de Ferrari SpA ahora incluyen una rareza entre los F599 de 12 cilindros de US$320.000 y los Scuderias F430 de US$250.000: un modelo F430 que puede funcionar con E85, una mezcla de 15%de nafta y 85% de etanol, biocombustible que algunos consideran menos dañino para el ambiente.
La compañía de Modena, Italia, también está comprometiéndose a mejorar en 40% la eficiencia en el uso de combustible de sus modelos en los próximos cuatro años.
Ferrari, propiedad de Fiat SpA, creó este prototipo del Ferrari, exhibido por primera vez en el Salón Internacional del Automóvil en Detroit a principios de esta semana, para enviar el mensaje de que le importa el planeta tanto como a las otras empresas automovilísticas. Inspirados por modelos como el híbrido de nafta y electricidad Prius de Toyota, los fabricantes de automóviles para el mercado de alto consumo están creando todo tipo de híbridos, desde modelos diésel y de celdas de combustible hasta autos de baterías diseñados para utilizar menos combustible y emitir menos dióxido de carbono que los modelos corrientes.
Fisker Automotive Inc. es la última empresa de Silicon Valley en presentar un prototipo de híbrido de batería y enchufable. El Karma de Fisker se venderá por US$80.000 y la compañía afirma que acelerará de cero a 60 millas (97 kilómetros) por hora en 5.8 segundos.
Las reglas más recientes sobre ahorro de energía en Estados Unidos y Europa están obligando a todas las empresas automovilísticas a diseñar vehículos menos potentes y más pequeños. Más chico y menos potente puede estar bien para alguien que tiene un Ford, pero es una blasfemia para los compradores de automóviles de ultralujo.
El endurecimiento de las reglas de consumo de combustible se debe a los indicios del calentamiento mundial y a que el precio del crudo llegó a loa US$100 el barril.
''Lo que a nuestros clientes les importa son las consecuencias sociales'', dijo David Reuter, vocero de Bentley Motors Ltd., división de Volkswagen AG. "Todo el mundo quiere contaminar menos; eso es evidente. Lo que nuestros clientes nos dicen es que si el Bentley puede ser socialmente responsable, eso sería positivo''.
Reuter dijo que Bentley está formulando una estrategia que tenga en cuenta las inquietudes ecológicas, la cual anunciará en Ginebra en marzo. ''Nunca queremos darle a un cliente una razón para que no compre un Bentley'', dijo.
A diferencia de las marcas de automóviles más comunes como Ford o Nissan, los fabricantes de modelos exóticos como el Lamborghini Gallardo Spyder de 520 caballos de fuerza y un precio de US$220.000 solo venden unos cuantos miles de vehículos en todo el mundo cada año. Lamborghini, cuyo emblema es un toro, vendió 2.406 vehículos en el 2007, en comparación con 2.087 un año antes.
Los automóviles fabricados por Lamborghini, propiedad de la división Audi de Volkswagen, emiten más de 400 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
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